Son muchas las acciones sencillas con las cuales los habitantes podrían ayudar a preservar los recursos hídricos de los municipios. En La Ceja, Empresas Públicas entregó una lista de recomendaciones para proteger el agua y garantizar así la salud de los habitantes, especialmente de quienes están aguas abajo de las quebradas.
Una de las acciones más sencillas y al mismo tiempo poderosas es aumentar el uso de jabones biodegradables, pues los normales generan mucha espuma que es difícil de remover de las fuentes hídricas.
Luisa María Torres, directora del Laboratorio de Aguas de Empresas Públicas de La Ceja, explicó que el municipio adelanta uno de los planes de tratamientos de aguas residuales más riguroso del país. Antes de devolver las aguas usadas a la quebrada La Pereira, estas pasan por un proceso para retirar materiales orgánicos, grasas, desechos, entre otros contaminantes.
Otra de las acciones que contribuyen a la protección del recurso es no depositar el aceite por los lavamanos y ductos, sino mejor depositarlo en envases plástico de tapa de rosca.
“Si no cuidamos el proceso final del agua antes de devolverla a la quebrada podríamos ocasionar una grave contaminación en los suelos y fuentes hídricas, se generarían olores, vectores y enfermedades”, explicó la directora del Laboratorio.
Una de las acciones más sencillas y al mismo tiempo poderosas es aumentar el uso de jabones biodegradables, pues los normales generan mucha espuma que es difícil de remover de las fuentes hídricas.
Luisa María Torres, directora del Laboratorio de Aguas de Empresas Públicas de La Ceja, explicó que el municipio adelanta uno de los planes de tratamientos de aguas residuales más riguroso del país. Antes de devolver las aguas usadas a la quebrada La Pereira, estas pasan por un proceso para retirar materiales orgánicos, grasas, desechos, entre otros contaminantes.
Otra de las acciones que contribuyen a la protección del recurso es no depositar el aceite por los lavamanos y ductos, sino mejor depositarlo en envases plástico de tapa de rosca.
“Si no cuidamos el proceso final del agua antes de devolverla a la quebrada podríamos ocasionar una grave contaminación en los suelos y fuentes hídricas, se generarían olores, vectores y enfermedades”, explicó la directora del Laboratorio.