La Universidad de Antioquia emitió una alerta por los 21 días que completa la instalación de un denominado “Campamento Popular y Humanitario” en el bloque 9 de la ciudadela universitaria. La presencia de los manifestantes sin autorización en el campus no ha permitido, según la institución, el retorno a clases presenciales.
Aunque inicialmente los integrantes del campamento anunciaron que el objetivo era tener un espacio pedagógico sobre el paro nacional y las reclamaciones sociales, en las últimas horas circularon mensajes donde algunos manifestantes denuncian que miembros de la Primera Línea quieren tomarse el espacio para almacenar explosivos, por lo que varios de los jóvenes que habían llegado desde el 1 de julio decidieron retirarse.
Por su parte, la UdeA informó que “Durante las tres semanas de ocupación ha sido imposible tener certeza sobre la procedencia o el vínculo de estas personas con la Universidad. Las comunicaciones dadas a conocer desde el campamento no permiten siquiera precisar la finalidad de la ocupación ni los colectivos que la reivindicarían”.
La rectoría agregó que “no obstante, ha permanecido atenta a la situación y a los riesgos que esta situación representa para quienes allí permanecen y para quienes ingresan al campus a desarrollar labores administrativas y académicas excepcionadas”.
Antes de conocerse la posible llegada arbitraria de presuntos integrantes de la Primera Línea al campamento, los manifestantes denunciaron que los agentes del ESMAD han intimado varias veces a los jóvenes para que salgan del campus. Por ahora las clases y labores presenciales se mantienen suspendidas.
Aunque inicialmente los integrantes del campamento anunciaron que el objetivo era tener un espacio pedagógico sobre el paro nacional y las reclamaciones sociales, en las últimas horas circularon mensajes donde algunos manifestantes denuncian que miembros de la Primera Línea quieren tomarse el espacio para almacenar explosivos, por lo que varios de los jóvenes que habían llegado desde el 1 de julio decidieron retirarse.
Por su parte, la UdeA informó que “Durante las tres semanas de ocupación ha sido imposible tener certeza sobre la procedencia o el vínculo de estas personas con la Universidad. Las comunicaciones dadas a conocer desde el campamento no permiten siquiera precisar la finalidad de la ocupación ni los colectivos que la reivindicarían”.
La rectoría agregó que “no obstante, ha permanecido atenta a la situación y a los riesgos que esta situación representa para quienes allí permanecen y para quienes ingresan al campus a desarrollar labores administrativas y académicas excepcionadas”.
Antes de conocerse la posible llegada arbitraria de presuntos integrantes de la Primera Línea al campamento, los manifestantes denunciaron que los agentes del ESMAD han intimado varias veces a los jóvenes para que salgan del campus. Por ahora las clases y labores presenciales se mantienen suspendidas.