Con la campaña “El cáncer de mama no tiene vacuna”, la Fundación “Alma Rosa” se unió al mes mundial por la detección temprana de este tipo de cáncer, con el fin de crear conciencia sobre la importancia de desarrollar y mantener hábitos de autocuidado y controles necesarios para llegar a tiempo a una enfermedad que hoy es la primera causa de muerte de mujeres en el mundo, pero que, diagnosticada y tratada oportunamente, tiene una probabilidad de sobrevivir del 90%.
La estrategia de información, educación y comunicación sobre el cáncer de mama cobra importancia si se tiene en cuenta que el funcionamiento del sistema de salud se vio alterado por la pandemia.
De acuerdo con el informe de Globocan en Colombia, el cáncer de mama fue el más frecuente con 15.509 casos nuevos en el último año, para una incidencia ajustada por la edad de 48,3 x 100.000 mujeres (incluyendo todas las edades).
Se estima que 4.411 mujeres murieron a causa de esta enfermedad el año pasado, con una tasa de mortalidad de 13,1 x 100.000 mujeres, siendo la cuarta causa de muerte incluyendo ambos sexos.
El rango de edad más afectado fue el de 55 a 59 años, seguido por las mujeres de 80 o más años. Para reducir la incidencia de esta enfermedad, es clave la implementación de estrategias para su prevención, tamizaje, detección temprana y tratamiento.
Los factores de riesgo modificables son: el consumo de tabaco, la baja ingesta de frutas y verduras, el uso nocivo de alcohol y la falta de actividad física.
Para su detección temprana es importante practicarse el autoexamen mensual 8 días después del periodo menstrual; un examen clínico anual realizado por un médico; y una mamografía para tamización cada dos años a partir de los 50, o antes, según criterio médico.
La estrategia de información, educación y comunicación sobre el cáncer de mama cobra importancia si se tiene en cuenta que el funcionamiento del sistema de salud se vio alterado por la pandemia.
De acuerdo con el informe de Globocan en Colombia, el cáncer de mama fue el más frecuente con 15.509 casos nuevos en el último año, para una incidencia ajustada por la edad de 48,3 x 100.000 mujeres (incluyendo todas las edades).
Se estima que 4.411 mujeres murieron a causa de esta enfermedad el año pasado, con una tasa de mortalidad de 13,1 x 100.000 mujeres, siendo la cuarta causa de muerte incluyendo ambos sexos.
El rango de edad más afectado fue el de 55 a 59 años, seguido por las mujeres de 80 o más años. Para reducir la incidencia de esta enfermedad, es clave la implementación de estrategias para su prevención, tamizaje, detección temprana y tratamiento.
Los factores de riesgo modificables son: el consumo de tabaco, la baja ingesta de frutas y verduras, el uso nocivo de alcohol y la falta de actividad física.
Para su detección temprana es importante practicarse el autoexamen mensual 8 días después del periodo menstrual; un examen clínico anual realizado por un médico; y una mamografía para tamización cada dos años a partir de los 50, o antes, según criterio médico.