La Comisión Tercera de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley que busca eliminar el llamado 4x1.000, impuesto que originalmente sería transitorio pero que se ha mantenido vigente durante más de 20 años.
Es importante señalar que la eliminación del impuesto sería gradual y comenzaría a partir de 2023, año en el que pasará al 3x1.000, luego en 2024 llegará al 2x1.000, en 2025 será el 1x1.000 y desde 2026 dejaría de estar vigente, así lo explicó la Representante Katherine Miranda, autora del proyecto.
Además, los 8 billones de pesos que se dejarían de recaudar serían compensados con un impuesto a los ingresos altos, el cual aplicaría para las personas que tengan ingresos superiores a los 25 millones mensuales.
Desde los gremios económicos se le ha dado luz verde a esta modificación. Alejandro Vera, vicepresidente técnico de la Asociación Bancaria de Colombia, (Asobancaria) afirmó que son partidarios de que se elimine el impuesto a las transacciones financieras, al considerar que es distorsionante y promueve el sobreuso del efectivo en la economía.
El impuesto fue creado en 1998, expedido al amparo de la emergencia económica invocada por el Gobierno del momento. Inicialmente la medida tenía una vigencia temporal de un año.
En 1999 bajo otra emergencia económica, (terremoto en la zona cafetera del país) el tributo se prolongó por otro año y se modificó el destino de los recaudos. Ahora, ayudarían a financiar los gastos de la reconstrucción de las poblaciones más perjudicadas por la catástrofe natural.
En el año 2000, el gravamen fue convertido en un impuesto permanente y su tarifa inicial como contribución fue del 2×1000 para los retiros realizados de las cuentas corrientes y de ahorro, los depósitos en el Banco de la República y la emisión de cheques de gerencia.
Sin embargo, con el paso de unos meses, la tasa se incrementó a 3×1000 (Ley 633) y en 2003 se elevó a 4×1000, de manera transitoria hasta 2007 (Ley 863), y en 2006 la tarifa del 4×1000 se fijó como permanente (Ley 1111).
Es importante señalar que la eliminación del impuesto sería gradual y comenzaría a partir de 2023, año en el que pasará al 3x1.000, luego en 2024 llegará al 2x1.000, en 2025 será el 1x1.000 y desde 2026 dejaría de estar vigente, así lo explicó la Representante Katherine Miranda, autora del proyecto.
LO LOGRAMOS!!!! ????????
— Katherine Miranda (@MirandaBogota) November 2, 2021
¡Aprobado nuestro proyecto de ley de eliminación del 4 x 1000!
Gracias a los ponentes y a ustedes por la linda energía! ❤️❤️❤️❤️ pic.twitter.com/WlBHj7gjQn
Además, los 8 billones de pesos que se dejarían de recaudar serían compensados con un impuesto a los ingresos altos, el cual aplicaría para las personas que tengan ingresos superiores a los 25 millones mensuales.
Desde los gremios económicos se le ha dado luz verde a esta modificación. Alejandro Vera, vicepresidente técnico de la Asociación Bancaria de Colombia, (Asobancaria) afirmó que son partidarios de que se elimine el impuesto a las transacciones financieras, al considerar que es distorsionante y promueve el sobreuso del efectivo en la economía.
El impuesto fue creado en 1998, expedido al amparo de la emergencia económica invocada por el Gobierno del momento. Inicialmente la medida tenía una vigencia temporal de un año.
En 1999 bajo otra emergencia económica, (terremoto en la zona cafetera del país) el tributo se prolongó por otro año y se modificó el destino de los recaudos. Ahora, ayudarían a financiar los gastos de la reconstrucción de las poblaciones más perjudicadas por la catástrofe natural.
En el año 2000, el gravamen fue convertido en un impuesto permanente y su tarifa inicial como contribución fue del 2×1000 para los retiros realizados de las cuentas corrientes y de ahorro, los depósitos en el Banco de la República y la emisión de cheques de gerencia.
Sin embargo, con el paso de unos meses, la tasa se incrementó a 3×1000 (Ley 633) y en 2003 se elevó a 4×1000, de manera transitoria hasta 2007 (Ley 863), y en 2006 la tarifa del 4×1000 se fijó como permanente (Ley 1111).