Estudios de la autoridad ambiental Cornare determinaron que los cultivos de hortensias fueron, hasta hace pocos años, uno de los sectores que más contaminaba las fuentes hídricas de La Ceja, muchas veces por el desconocimiento de la norma.
Actualmente, Empresas Públicas de La Ceja en conjunto con el Fondo de Gestión Ambiental, Foga; Cornare; y Asocolflores; acompaña a 200 productores de hortensia para que ingresen a la “legalidad ambiental”. Si implementan buenas prácticas agrícolas obtendrán la concesión de aguas y el permiso de vertimiento.
Cristian Felipe Román, Ingeniero Agrónomo de EEPP de La Ceja, explicó que “los productores reciben todo el acompañamiento para evitar que, por ejemplo, contaminen las quebradas con aguas residuales y material vegetal. Ahora tendrán mejores vertimientos en poscosecha”.
Recordó que la norma establece que los cultivos deben estar a una distancia de entre 10 y 30 metros de la fuente hídrica.
Con la formalización ambiental se beneficiarán cultivos en las veredas San Gerardo, La Loma, La Playa, San Rafael, Llanadas, Fátima, el corregimiento San José, entre otras. Así se protegerán la macrocuenca La Pantanillo, y las quebradas La Pereira y La Cristalina.
Aunque la protección del agua es el eje del proyecto, los profesionales también enseñan cómo aprovechar los residuos por los que antes pagaban para botarlos o quemarlos. Ahora se convierten en abono orgánico.
Actualmente, Empresas Públicas de La Ceja en conjunto con el Fondo de Gestión Ambiental, Foga; Cornare; y Asocolflores; acompaña a 200 productores de hortensia para que ingresen a la “legalidad ambiental”. Si implementan buenas prácticas agrícolas obtendrán la concesión de aguas y el permiso de vertimiento.
Cristian Felipe Román, Ingeniero Agrónomo de EEPP de La Ceja, explicó que “los productores reciben todo el acompañamiento para evitar que, por ejemplo, contaminen las quebradas con aguas residuales y material vegetal. Ahora tendrán mejores vertimientos en poscosecha”.
Recordó que la norma establece que los cultivos deben estar a una distancia de entre 10 y 30 metros de la fuente hídrica.
Con la formalización ambiental se beneficiarán cultivos en las veredas San Gerardo, La Loma, La Playa, San Rafael, Llanadas, Fátima, el corregimiento San José, entre otras. Así se protegerán la macrocuenca La Pantanillo, y las quebradas La Pereira y La Cristalina.
Aunque la protección del agua es el eje del proyecto, los profesionales también enseñan cómo aprovechar los residuos por los que antes pagaban para botarlos o quemarlos. Ahora se convierten en abono orgánico.