La presión ciudadana y de la academia surtió efecto. La Sociedad de Activos Especiales (SAE) anunció en un comunicado que se cancela la orden de desalojo contra la sede del Centro de Acercamiento para la Reconciliación y la Reparación de San Carlos, Oriente antioqueño, conocido como la Casa de la Memoria de las víctimas del conflicto armado.
El desalojo voluntario estaba programado para el 26 de enero, y si no se cumplía las autoridades habían advertido con ocuparlo a la fuerza el 31 de enero.
Tras la petición de varios líderes de las víctimas, organizaciones sociales y hasta la propia Comisión de la Verdad, la SAE terminó su pretensión.
Pero, ¿por qué este espacio es tan importante?
A finales de la década de los noventa, las Autodefensas Unidas de Colombia se tomaron el caso urbano y utilizaron como centro de operaciones el Hotel Punchiná, el mejor del municipio. Desde allí no solo se decidía a quién asesinarían, sino que también fue un centro de tortura y desaparición de muchos de sus habitantes a manos de paramilitares del Bloque Metro, comandado por alias ‘Doble Cero’.
En 2008, cuando las autodefensas se fueron de San Carlos, las víctimas decidieron entrar al viejo hotel y transformarlo.
Tras un arduo trabajo, la Casa de la Memoria de San Carlos entró a ser parte de la Red Colombiana de Lugares de Memoria,
Jesús Castaño, director de Turismo de San Carlos, dijo que ahora que la SAE se echó para atrás con el desalojo, buscarán que el Museo se convierta en un sitio de “turismo consciente”, donde las personas vayan a conocer el horror que vivió el pueblo, para que la historia no se repita.
Entre la década de los 90 y el 2005, considerados los peores años del conflicto en San Carlos, ocurrieron 33 masacres, el 80 por ciento de la población fue desplazada, y el 90% de las fincas y veredas quedaron deshabitadas; y solo hasta el 2009 la población comenzó a retornar.
El desalojo voluntario estaba programado para el 26 de enero, y si no se cumplía las autoridades habían advertido con ocuparlo a la fuerza el 31 de enero.
Tras la petición de varios líderes de las víctimas, organizaciones sociales y hasta la propia Comisión de la Verdad, la SAE terminó su pretensión.
Pero, ¿por qué este espacio es tan importante?
A finales de la década de los noventa, las Autodefensas Unidas de Colombia se tomaron el caso urbano y utilizaron como centro de operaciones el Hotel Punchiná, el mejor del municipio. Desde allí no solo se decidía a quién asesinarían, sino que también fue un centro de tortura y desaparición de muchos de sus habitantes a manos de paramilitares del Bloque Metro, comandado por alias ‘Doble Cero’.
En 2008, cuando las autodefensas se fueron de San Carlos, las víctimas decidieron entrar al viejo hotel y transformarlo.
Tras un arduo trabajo, la Casa de la Memoria de San Carlos entró a ser parte de la Red Colombiana de Lugares de Memoria,
Jesús Castaño, director de Turismo de San Carlos, dijo que ahora que la SAE se echó para atrás con el desalojo, buscarán que el Museo se convierta en un sitio de “turismo consciente”, donde las personas vayan a conocer el horror que vivió el pueblo, para que la historia no se repita.
Entre la década de los 90 y el 2005, considerados los peores años del conflicto en San Carlos, ocurrieron 33 masacres, el 80 por ciento de la población fue desplazada, y el 90% de las fincas y veredas quedaron deshabitadas; y solo hasta el 2009 la población comenzó a retornar.