En un choque de intereses que podría tener repercusiones económicas significativas, el sector de transporte de carga en Colombia ha alzado la voz en rechazo al plan de Ecopetrol de elevar el precio del ACPM en hasta 3000 pesos por galón. Este movimiento, liderado por Fedetranscarga y respaldado por la Cámara Intergremial del Transporte (Unidos), plantea serias dudas sobre la viabilidad y las consecuencias de un aumento tan drástico en los costos de operación para las empresas de transporte a nivel nacional.
Arnulfo Cuervo, Vicepresidente de Fedetranscarga, ha expresado preocupaciones sobre el impacto que este aumento tendría en la economía del país, argumentando que las condiciones actuales no son propicias para absorber tal incremento. Según Cuervo, un aumento de 3000 pesos por galón podría traducirse en un incremento de hasta 5 millones de pesos en los costos de operación de un solo camión, lo que inevitablemente se reflejaría en un aumento en los precios de los fletes, afectando así a todos los colombianos.
Por su parte, Juan Pablo Fernández, Asesor de la Cámara Intergremial del Transporte (Unidos), ha destacado la necesidad de ajustar los precios del ACPM no solo al estándar internacional, sino también como una herramienta para reactivar la economía nacional. Fernández critica la propuesta de Ecopetrol, argumentando que el enfoque debería estar en establecer un precio que refleje los costos de producción de la compañía más una utilidad razonable, en lugar de imponer un aumento tan significativo.
Mientras tanto, las negociaciones entre el sector de transporte y el Ministerio de Hacienda continúan en curso, con ambas partes reconociendo la necesidad de un aumento en el precio del ACPM para subsanar el déficit en los fondos de estabilización de precios del combustible. Sin embargo, aún no se ha llegado a un acuerdo sobre la fórmula exacta para calcular este aumento, lo que deja abierta la posibilidad de más tensiones y debates en el futuro cercano.
En un momento en que la economía colombiana lucha por recuperarse de los impactos de la pandemia y otros desafíos internos, el enfrentamiento entre Ecopetrol y el sector de transporte de carga plantea preguntas importantes sobre el equilibrio entre la rentabilidad empresarial y el bienestar económico general del país