Hoy sábado se cumplen 35 años de la masacre de Segovia, nordeste de Antioquia, donde paramilitares asesinaron, lista en mano, a 46 personas, la mayoría de ellas simpatizantes de la Unión Patriótica, colectividad que había logrado una victoria histórica en las elecciones a los concejos de Segovia y Remedios.
Según las investigaciones judiciales, detrás de este crimen también estuvieron políticos y miembros de la fuerza pública. Incluso, en 2013 fue ratificada la condena de 30 años de prisión contra el exdiputado de Antioquia por el Partido Liberal, Cesar Pérez.
El 11 de noviembre de 1988, paramilitares del grupo Muerte a Revolucionarios del Nordeste (MRN) perpetraron la masacre en la cabecera de Segovia y en el área urbana del corregimiento La Cruzada, municipio de Remedios.
Entre 1982 y 1997 en Remedios y Segovia ocurrieron 14 masacres y centenares de asesinatos selectivos. Al menos 4 de estas masacres forman parte de una escalada criminal contra activistas políticos, militantes de la UP, líderes sociales y defensores de derechos humanos.