El Bajo Cauca es una región que se ha convertido en corredor estratégico para grupos armados como el Clan del Golfo, Los Caparros y el ELN; lo que ha llevado a una grave situación humanitaria que deja en las últimas horas 600 desplazados en la vereda La Amargura de Cáceres, por lo que la zona quedó totalmente deshabitada.

El desplazamiento inició luego que 4 jóvenes fueran retenidos por un grupo ilegal, golpeados y enviados de nuevo a la vereda para comunicarle a los habitantes que debían deshabitarla por completo. Según el Secretario de Gobierno de Cáceres, al casco urbano llegaron 220 familias buscando albergue; pero incluso se prevé que faltan más familias por llegar, las cuales se habrían quedado sin transporte.

Entre la comunidad desplazada hay 40 familias indígenas zenúes, conformadas por 136 personas. Dadas las condiciones de hacinamiento en los albergues improvisados hay una alerta sanitaria, pues los desplazados no cuentan con agua potable, según denunciaron. Sin embargo, en la zona ya hace presencia la Unidad de Víctimas.

La Organización Indígena de Antioquia hizo un llamado a la Defensoría del Pueblo y a la Gobernación de Antioquia para que garanticen la protección y los elementos de primera necesidad. Este hecho se suma al desplazamiento de otras 86 personas en el vecino municipio de Tarazá el lunes, y al asesinado de 2 policías ayer en Caucasia.