Con presencia de decenas de familiares, amigos y seres queridos, se le dio el último adiós al cuerpo de Catalina Giraldo Aristizabal, la joven oriunda de Granada que murió el viernes de la semana pasada durante el derrumbe en El Carmen de Atrato, en la vía Medellín-Quibdó.
La joven era profesional en desarrollo territorial, cursaba una especialización en gestión de proyectos, y hace varios años residía en Medellín.
El día de la tragedia había salido de su vivienda con destino a Quibdó, para participar en una reunión con la familia de su novio. Uno de sus familiares narró que Catalina viajó por tierra debido a los altos precios de los tiquetes aéreos.
Su identificación fue posible gracias a una riñonera que solía portar cuando salía de viaje. La cifra de víctimas mortales por el derrumbe asciende a 39, pero aún faltan cuatro cuerpos por recuperar.