Con el fin de reducir el riesgo de los uniformados durante los bloqueos y disturbios, la Policía logró que la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) aprobara una patente para desarrollar una tanqueta no tripulada que evite la confrontación física del Esmad con los manifestantes que alteren el orden público.
El dispositivo electromecánico, diseñado por la Escuela de Tecnología de la Información y las Comunicaciones de la Policía, permite la manipulación de armamento no letal y herramientas para derribar barricadas. Al ser una tanqueta más pequeña que las antidisturbios tradicionales se puede controlar de manera remota.
Además, las tanquetas no tripuladas tendrán dos carabinas automáticas ensambladas con un mecanismo de disparo y posicionamiento de elementos de aturdimiento, marcación y disuasión. Posee un cañón dispersor de agua, otro adicional para el aturdimiento acústico de largo alcance y otro de desbloqueo de barricadas.
Según información del diario El Tiempo, el costo de la nueva tanqueta sería de 600 millones de pesos. Asimismo, se informó que aunque su desarrollo permanece bajo reserva, la Policía ya tiene vía libre para la producción a gran escala del artefacto que sería un cruce entre un tractor y un tanque.
“La Corte Constitucional debe vigilar que estos equipos se utilicen cumpliendo parámetros de derechos humanos, porque la tecnología sí debe ser usada para reforzar la seguridad del país, pero con controles estrictos que eviten posibles desmanes”, afirmó Néstor Rosanía, director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, en diálogo con El Tiempo, al señalar que con estos vehículos se deben evitar actos de abuso de poder como el que ocasionó la muerte del estudiante Dylan Cruz en Bogotá.